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Tradicionalmente decimos que a Dios se le responde solamente de dos maneras: incredulidad o fe. El ateísmo es una de las maneras en las cuales podemos responder a Dios. Sí definimos el ateísmo como la negación de Dios es decir el creer que Dios no es real o que Dios no existe.

 Claro que a veces nos encontramos con individuos que piensan de esta forma. No obstante, cuando uno estudia que nos dice la Biblia acerca del ateísmo, y uno observa el comportamiento del ser humano en el diario vivir, llegamos a la conclusión que el ateísmo no es el gran problema de la humanidad con respecto a Dios.

 De hecho, según estudios se cree que solo un 7% de la población mundial se identifica a sí misma como atea*  Esto significa que el ateísmo no es una posición popular en la humanidad. Sin embargo es una de las maneras en las cuales el hombre o la mujer podemos responder a la realidad de Dios.

 Es digno notar que la Biblia tampoco nos ofrece muchas advertencias en contra del ateísmo. Sí nos dice el salmo 14:1 “dice el necio en su corazón no hay Dios” y en Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”

 Pero honestamente las advertencias en contra del ateísmo ya séase en el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento no son muchas. Esto significa que el Espíritu Santo sabe que el corazón y la conciencia del ser humano no gravita hacia la negación de que Dios es real.

 El mayor obstáculo para Israel no era el ateísmo si no la idolatría. Lo que fue cierto para Israel ayer es también cierto para nosotros hoy. El gran problema de la humanidad no es negar a Dios si no el adorar a otros dioses. De aquí nace la presencia de las muchas religiones en el mundo.

 La religión como fenómeno en El mundo está en crecimiento. Segun The Guardian, un periódico que se identifica con la izquierda informa que un 84% de la población mundial practica algún tipo de religión**.

Esto significa que a pesar de los ataques del liberalismo teológico y del humanismo, y del secularismo las ansias por experiencias religiosas en el corazón de las nuevas generaciones continúan y que el ser humano no encuentra satisfacción ni en el ateísmo ni en el agnosticismo, los números no mienten.

 Pero esto no necesariamente son buenas noticias esto es parte del problema. Porque la tendencia del corazón del hombre es a crearse, e inventarse religiones para reemplazar a Dios. Lo cual significa que muchas veces podemos responder a Dios en vez con ateísmo, le respondemos con religión.

 Esto nos hace que tomemos también en cuenta que es posible que una persona haga del cristianismo una religión. Que haga de la revelación de Dios una religión. Es decir, que tratemos a Dios como si El fuera un ídolo.

 De hecho muchas personas que se llaman cristianos y que dicen tener una relación con Dios realmente no lo son, y no la tienen. En estos momentos hay muchas personas en la iglesia que son muy religiosas pero no tienen ninguna relación con Dios. En este sentido, es muy fácil confundir la religión con el cristianismo, porque el diablo y la carne nos hace pensar que como seguimos prácticas espirituales ya tenemos una relación con Dios.

 Pero según la Biblia la manera correcta de responderle a Dios no es ni con ateísmo, ni con religión. La manera correcta de responderle a Dios es creyendo al Evangelio.

 El Evangelio de Jesús no es ni ausencia de religión ni tampoco es la presencia de religión. El Evangelio de Jesús es un tercer camino. El Evangelio de Jesús nos llama a creerle a Dios sus promesas de perdón, de redención, y de restauración. De hecho cuando uno le responde a Dios en el Evangelio, está renunciando no solamente el ateísmo sino que también está renunciando a la religión (idolatría, supersticiones, etc) .

 Partiendo de la premisa que la religión es la comulación de prácticas humanas, de sacrificios rituales, tradiciones, costumbres para tratar de llegar a los dioses, para alcanzar algún beneficio espiritual. Basado en nuestros propios méritos y esfuerzos. Mientras que el Evangelio Es Dios llegando a nosotros basado en su gracia mediante el sacrificio de Jesucristo. Al cual se debe de responder en fe y en arrepentimiento.

 Y es por esto que en las religiones el estilo de vida de la persona determina la relación que el individuo tenga con su dios o sus dioses. Mientras que en el Evangelio es nuestra relación con Dios la que determina el estilo de vida de la persona. Es decir que nuestra santificación está basada en nuestra justificación.

 No nos dejemos engañar por la vanidad del corazón y El mundo espiritual que nos es contrario. Asegurémonos que le estamos respondiendo a Dios no con ateísmo, no con religión, sino en el Evangelio. Y esto es con fe y arrepentimiento. Esta es la única manera correcta de responder a la realidad de la presencia de Dios.

Basado en el libro: Center Church de Timothy Keller publicado por la editorial Zordevan.  

Photo by Sebastian Pena Lambarri on Unsplash