Nació en un hogar Cristiano y desde muy temprana edad dio indicios de ser un niño prodigio. A la edad de 10 ya había leído el NT en Griego.
Durante su infancia, sus padres lo sacan de la escuela porque el maestro de la escuela comenzó a llevar a los estudiantes obligatoriamente a la iglesia anglicana para que los estudiantes tuvieran una hora de oración diaria en el templo de la iglesia como parte del currículo. Los padres de Gill eran no conformistas, o Disidentes, es decir no eran cristianos de tradición Anglicana y se tomaban muy en serio sus diferencias doctrinales con la iglesia establecida de la corona británica. Por lo tanto, los padres deciden sacarlo de la Escuela. Desde ese entonces el joven Gill se dedicó a trabajar con su papa. Pero continuó sus estudios de manera personal y aprendiendo de manera autodidacta.
Aprendió no solo el Griego, el latín sino también el Hebreo. Su defensa al Calvinismo se llama “La Causa de Dios y la Verdad”. La fama de Gil como un hombre sabio y bien informado lo condujo a que la universidad de Aberdeen le confiera un doctorado honorifico debido a sus grandes habilidades intelectuales. Llegó al punto que en su época se tenia por cosa ciertísima que ningún europeo del siglo 18 sabia más sobre el idioma hebreo y de las costumbres e historias de los judíos que John Gill.
Para el 1731 escribe su “Tratado en Defensa de la Trinidad”. En cuanto a la procedencia del Espíritu Santo, Gill seguía a Agustine en afirmar que el Espíritu Santo procedía del Padre y del Hijo.
Escribió también dos comentarios, uno al Antiguo Testamento y otro al Nuevo Testamento. Esto significa que fue el primer Bautista en producir un comentario a cada verso de la Biblia! En el 1769 escribió “Un Cuerpo de Divinidades Doctrinales” y en el 1770 “Un Cuerpo de Divinidades Prácticas”, para muchos eruditos en John Gill, esta obra fue su obra magistral. Es decir, combinando la doctrina con la práctica.
Notémos la secuencia que es importante en este caso, John Gill escribe teología propiamente dicha, después que escribió sus famosos comentarios al Texto Bíblico. Este orden de secuencias es significativo, porque es mejor y más apropiado trabajar la teología después de haber trabajado con el texto bíblico que pretender producir teología sin habernos empapado del texto bíblico primeramente.
Como nos recuerda Timothy George, John Gill fue el primer Bautista en escribir un comentario a la Biblia completa y el primer Bautista en escribir una teología completa! No por gusto se ganó el apodo del “Dr. Voluminoso”.
Teológicamente, Gill fue el líder de los Bautistas Particulares o Calvinistas de aquella época. Acordémonos que existían los Bautistas Particulares y los Bautistas Generales.
Por sus escritos se puede fácilmente ver que personalmente Gill estaba más interesado en la apologética que en el evangelismo. Tuvo un largo pastorado en la misma iglesia en la cual duro 52 años. En este sentido, Gill era el clásico Pastor – Teólogo. En vez de producir teología desde la oficina de una universidad o seminario, Gill producía toda su teología desde el centro de la Iglesia. De hecho, su teología iba dirigida hacia su propia iglesia.
John Gill aceptó y enseñó la inspiración de los libros de la Biblia tal y como los tenemos hoy en día en nuestras biblias. Obviamente refiriéndose a los originales. También creía que la Biblia se interpretaba ella misma.
Durante su época, los Bautistas Generales habían sucumbido al Unitarismo y argumentaban que no se debía de usar lenguaje para hablar o referirse a la fe cristiana que no fuera solo el lenguaje Bíblico. Este acuerdo fue aprobado por la Asamblea General de los Bautistas Generales para poder defender sus posiciones Unitarias y sus ataques a la doctrina de la Trinidad. En cambio, Gill apuntó que era licito usar lenguaje que no fuera Bíblico con tal que la enseñanza de ese lenguaje si estuviera en la Biblia.
Gill fue un líder exponente de las doctrinas de la Gracia siguiendo a Calvino.
Como es de esperarse de una persona que ha escrito tanto y ofrecido tantas opiniones sobre tantos temas y temas difíciles de por si, se espera que tal persona valla a encontrarse envuelto en algún tipo de polémica de vez en cuando y que valla a ser blanco de acusaciones.
La acusación mayor que se le hace a John Gill es el de ser Híper – Calvinista. Casi todos los eruditos están de acuerdo que Gill era un Hiper – Calvinista. Pero según Timothy George, Gill no fue un Hiper Calvinista, sino que lo que sucedió fue que Gill se dedicó más tiempo de su vida a defender las doctrinas de la Gracia con tanta vehemencia que sin el quererlo dio la impresión de haber sido un hiper Calvinista.
Según Timothy George, no fue Gill el que propagó ni enseñó el Hiper Calvinismo, sino algunos de sus seguidores después de su muerte los que llevaron las enseñanzas de Gill a los extremos. Él hiper Calvinismo fue una corriente herética que se regó en Inglaterra y no tanto en los Estados Unidos. Negaba la necesidad de una conversión, la necesidad de vivir una vida moralmente según la Ley de Dios y negaba la necesidad de proclamar el Evangelio al inconverso (Fue este modo de pensar con el cual se tuvo que posteriormente enfrentar William Carey, otro Bautista también en Inglaterra debido a que los cristianos Bautistas Particulares no querían apoyar a William Carey (1761 – 1834) en llevar el evangelio a la India, igualmente influenciados ellos por el Hyper- Calvinismo entre los Bautistas Particulares.)
La base para decir que John Gill era un Hyper-Calvinista está en que Gill creía en la doctrina de la Justificación eterna del creyente. Es decir, que ya desde la eternidad el creyente es justificado como un acto soberano de Dios. Algunos argumentaban que Gill estaba incorrecto porque nadie es justificado antes de existir. Gill usaba un argumento difícil y polémico, al insistir que los creyentes existimos en el Mediador antes de existir en carne y hueso. De todas maneras, según Timothy George, Gill da indicios en sus sermones y libros de no menospreciar la necesidad de una conversión personal.
La otra acusación que se le hace a Gill es de haber sido antinomianista. Es decir, anti Ley. Él antinomianismo enseña que no es necesario que el cristiano viva una vida sometida a la Ley de santidad y de piedad. Sus detractores se basan en que Gill publicó los escritos de Tobias Crisp y de John Skepp quienes si eran conocidos antinomianistas. No obstante, los escritos de Crisp y Skepp también tenían otros contenidos sobre la Gracia y por eso John Gill los publicó. Cabe decir que existen sermones de Gill “La Ley Establecida por el Evangelio” 1756 y “La Ley en las Manos de Cristo” 1761 donde claramente Gill exhorta al cristiano a vivir vidas santas y de buenas obras. Lo cual es contrario a los principios del antinomianismo propuesto por Tobias Crisp y John Skepp. (Timothy George)
Una tercera acusación que se le hace a Gill es que el no creía en que se debía de predicar en Evangelio promiscuamente al inconverso. Esta última acusación también es falsa porque Gill si predicaba y enseñaba en su iglesia a que evangelizaran a los perdidos.
Pero es justo decir que en su afán por enfatizar las doctrinas de la Gracia, Gill no se cuidó lo suficiente como para esclarecer su posición más al centro. Obviamente Gill seguía a Calvino en muchas cosas, pero en lo relacionado al Bautismo de niños, no lo seguía. De igual manera, Gill tenía muchas cosas en común con Tobia Crisp, John Skepp and Josep Hussey, pero segun Timothy George, investigaciones recientes han demostrado que es incorrecto poner a Gill automáticamente en el mismo bando de los Hiper Calvinistas solo por su asociación con ellos y por haber usado sus escritos.
Conclusión: Teológicamente los Bautistas modernos hemos sido influenciados por John Gill. Y aunque sus sermones y libros han caído en desuso, sus enseñanzas y principios doctrinales siguen en nuestras escuelas dominicales y pulpitos. Muchos de los libros de John Gill están accesibles en muchos en sitios web de manera digital y gratuita.
De más este decir que como Bautista, sus obras son muy necesaria y aconsejables en nuestros días. Edúquese ud mismo y propóngase, si no lo ha hecho aun, el leerse algún sermón de John Gill o consulte alguna de sus muchas explicaciones a algún pasaje de la Biblia y se dará cuenta que su fama y buen nombre es bien merecida.
Para más información acerca de John Gill puede consultarse la obra “Theologians of the Baptist Tradition”, editada por Timothy George y David Dockery, publicada en el 2001 por Broadman and Holdman, Nashville, Tennessee. Muchos de los argumentos que aqui se presentan han sido basado en dicha obra.